Casa FlorHer

Reforma de altillo no habitable en estudio de 50 m2

Reforma de altillo no habitable en estudio de 50 m2

 

Armar un “lugar” en el espacio que existía —no accesible— debajo el techo de tejas destinado a “cubrir” la casa. Era el techo, pero también era el recuerdo de Flor de su casa de la infancia: “arriba, en el altillo, yo iba a jugar”.

Entonces armamos una escalera, fuimos alto y transformamos al espacio en lugar. Un lugar al que llamamos estudio y sala de juegos. Pero además podría albergar visitas de amigos que se quedarían en la casa, casi un pequeño departamento con su propio baño y pequeña cocina.

Un lugar claro, con luz cenital, de planta bastante libre, excepto una columna y viga que dejamos intacta para recordar lo que allí había, estructura y vacío.

El trabajo con Flor y Hernán fue en cierto sentido un trabajo poético, se trataba de armar el altillo basado en el recuerdo que diera espacio a nuevos recuerdos y en otro sentido era un trabajo muy funcional y útil.

Vicente López, 2013